¿Por qué hacer coaching con Programación Neurolingüística (PNL)? Como coach, sabemos que cada disciplina tiene sus fortalezas y limitaciones y, partiendo de ahí, es importante tener una caja de herramientas lo suficientemente completa que nos permita la máxima flexibilidad en nuestro trabajo diario. También somos conscientes de que no hay soluciones universales para las situaciones limitantes que experimentan las personas a las que acompañamos, y que, según el público objetivo que hemos elegido, necesitamos ciertas herramientas complementarias.
La PNL, una metodología imprescindible para los coaches
Entre las disciplinas más elegidas para aumentar la caja de herramientas, se encuentra la PNL. Hacer coaching con PNL es a menudo una combinación elegida porque la PNL es una metodología flexible y muy precisa en cuanto al funcionamiento del ser humano, lo que la convierte en una herramienta ideal y muy complementaria al coaching.
Gracias a la flexibilidad de comportamiento que aporta, la PNL se convierte en una herramienta indispensable que permite acompañar el cambio en todos los ámbitos de la vida cotidiana, cuestionar los límites y abrir el campo de posibilidades para nuestros clientes.
Sin embargo, algunos coaches se preguntan por qué formarse en PNL, ya que es una base del coaching. El objetivo de este artículo es comprender mejor lo que la PNL aporta al coaching y cómo un coach puede volverse más eficaz combinando PNL y coaching.
La PNL se diferencia de otras metodologías porque tiene la ventaja de utilizar un enfoque opuesto al de la mayoría de otras aproximaciones. Las otras disciplinas tienden a escuchar para etiquetar a la persona y limitarse a verla desde esa perspectiva. La PNL, en cambio, permite a los coaches personalizar el trabajo con sus clientes, adaptando su acompañamiento a la especificidad del cliente y su objetivo.
Crear fácilmente un clima de confianza
Esto comienza al principio de la sesión con el establecimiento de un vínculo de confianza e intimidad, independientemente del cliente. El rapport es la base de cualquier intervención en PNL, y una vez establecido, permite al coach crear un clima de confianza casi de inmediato y, cuando se establece la confianza, todo se vuelve posible. El trabajo del coach se vuelve más poderoso, ya que si el cliente confía, su disposición a trabajar aumenta. El coach podrá sincronizarse y llevar a su cliente al resultado deseado.
La PNL permite a los coaches conocer los mecanismos que intervienen en la creación y el mantenimiento de la confianza a lo largo de la sesión.
La actualización del objetivo
La actualización del objetivo se mejora significativamente con el uso de una herramienta de cuestionamiento como el meta-modelo, que permite pasar de lo que se dice a lo que se experimenta.
Este método permite al coach desarrollar una precisión excepcional en la clarificación del resultado a alcanzar. Un coach que utiliza la PNL puede identificar fácilmente la información más importante sin perderse en el proceso de selección.
Es capaz de reconocer, en una estructura lingüística, qué preguntas hacer en qué momento para obtener rápidamente información relevante con respecto al objetivo del cliente. De hecho, el lenguaje que sus clientes eligen inconscientemente revela su propio funcionamiento y comprenderlo permite a los coaches ser mucho más precisos en su acompañamiento. El coach puede profundizar o aclarar las expresiones del cliente para entender qué hay realmente detrás de las palabras.
Más allá de las palabras, el coach es capaz de escuchar no solo lo que se dice, sino cómo se dice, entendiendo la dinámica mental de su cliente. Tener esto en cuenta le permite actuar con un cuestionamiento poderoso. Dividir esta información en partes, para revelar cómo la persona se limita a sí misma y co-construir una realidad más favorable a los objetivos del cliente. El coach que integra estas herramientas en su práctica, desarrolla una escucha y un cuestionamiento notablemente agudos.
La exploración de la realidad
En la exploración de la realidad, se puede entender rápidamente cómo una persona se limita a sí misma. Al faltar precisión en su lenguaje, creará malentendidos. Un discurso demasiado vago y generalizaciones indican dónde la persona está creando sus propios límites. Cuando el coachee distorsiona la realidad, creará su propio sufrimiento, representándose una realidad mucho más limitada de lo que realmente es.
Actuar sobre estos filtros que sus clientes aplican a la construcción de su realidad, nuevamente mediante un cuestionamiento poderoso basado en el meta-modelo, permite cambiar el marco, el sentido que la persona da a su situación. Esta toma de conciencia favorece la apertura de opciones, más libertad y flexibilidad, en otras palabras, un nuevo encuadre de la misma situación.
Esta forma de hacer coaching con PNL permite al coach reformular, reencuadrar la experiencia expresada por su cliente y así darle una nueva forma de entenderla, explorarla y vivirla, lo que abre un nuevo marco, más abierto y más solidario para la persona. Esta habilidad permitirá al coach tener una comunicación directa e impactante y fomentar una toma de conciencia poderosa.
La observación aguda
La PNL también fomenta para el coach el desarrollo de una observación aguda de los micro comportamientos del cliente, como la respiración, el color de la piel, los movimientos oculares. Esta información sutil le permitirá saber cuándo profundizar. El coach sabe exactamente cuándo hacer una pregunta poderosa al notar un cambio importante. Este enfoque tiene en cuenta todas las dimensiones del ser humano: cabeza, cuerpo y corazón (emociones). La toma de conciencia se produce de manera más natural que si solo se acompaña la parte intelectual.
El coaching con PNL para hacer surgir nuevas opciones
Basándose en esta toma de conciencia y en el deseo de hacer algo diferente, el coach puede hacer surgir opciones y diseñar tareas de manera relevante y precisa, lo que permitirá al cliente generar un nuevo comportamiento. El cliente puede rápidamente evolucionar su funcionamiento hacia algo más útil y beneficioso para él. Aquí, la diversidad de herramientas PNL ofrece una amplia gama de posibilidades.
Así, hacer coaching con PNL permite acompañar mejor el cambio utilizando estrategias más eficaces para sus clientes, generando nuevos comportamientos y permitiendo dar un nuevo significado a la historia de vida del cliente. A todo esto se suma la capacidad del coach para utilizar un lenguaje de apoyo y construcción, para amplificar los recursos y acompañar al cliente en la transformación de los límites en oportunidades y sacarlo de los patrones limitantes.
Esto hace que la PNL sea una herramienta indispensable que permite mejorar significativamente las 8 competencias de ICF y convertirse en un coach que practica un acompañamiento eficaz.